La realidad de los stock options en Chile
Denarius acaba de terminar un estudio sobre la realidad de los stock options en Chile que contiene varias observaciones interesantes de comentar.
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Rafael Rodríguez
Denarius acaba de terminar un estudio sobre la realidad de los stock options en Chile que contiene varias observaciones interesantes de comentar.
En primer lugar, llama la atención que mientras en las empresas de capital extranjero cerca de 50% tiene un programa de stock options para al menos un ejecutivo, en las empresas de capital nacional, menos de 10% lo ha desarrollado.
En segundo lugar, se observa que 75% de los planes de stock options en las empresas de capital nacional pueden ser considerados exitosos y las características de diseño de estos programas son fundamentalmente tres:
Lo primero es que contrariamente a lo que muchos podrían pensar, se centraron en un grupo más reducido de ejecutivos, normalmente los ejecutivos más claves en la generación de valor para la compañía. En segundo lugar, la utilidad esperada era significativa para los ejecutivos involucrados. En tercer lugar, los modelos utilizados tenían en común que sus objetivos eran concretos y muy desafiantes. Llama la atención la existencia de algunos planes -dentro de aquellos que no cumplieron sus objetivos- que estaban sujetos exclusivamente a factores de permanencia en la empresa, mientras que por el contrario, los considerados exitosos estaban condicionados a un aumento significativo del valor de la empresa.
Otra característica de los planes de stock options chilensis es que son más frecuentes en empresas de mayor nivel de ventas que en empresas de menor nivel de ventas.
La modalidad más preferida es la de stock options tradicional, mientras que sólo 17% de las empresas de la muestra había hecho su plan basados en “acciones fantasmas”.
La totalidad de los programas declarados exitosos incluía a un total de menos de 45 ejecutivos, mientras que dos de cada tres programas declarados como no exitosos incluían a más de 100 ejecutivos.
El origen de las acciones era mayoritariamente de primera emisión -80%-, mientras que sólo una de cada cinco correspondía a acciones de cartera propia. En 60% de los casos la empresa apoya de alguna forma el financiamiento de las acciones, mientras que en 40% son los ejecutivos quienes buscan el financiamiento. La mayoría de los programas considera un período de vesting parcializado en el tiempo, siendo cinco años el lapso máximo más frecuente.
La mayoría de los casos en que se ejercieron las opciones la variación de precios fue superior a 140% de variación de precio de la acción y el valor máximo de aumento observado fue de 400%.
Dentro del diseño llama la atención algunos errores de optimización del diseño tributario que obligaron a pagar impuestos en pocos casos que podrían haberse evitado con un diseño diferente.
En síntesis, el uso de esta herramienta ofrece atractivos potenciales tanto para los accionistas de la empresa como para los ejecutivos y el estudio de Denarius permite entender de mejor forma cuáles son los factores que están más comúnmente asociados a un diseño exitoso para aquellas empresas y ejecutivos que están considerando llevar a cabo un programa de esta naturaleza.